La independencia (25 de agosto de 1825), la conformación de la nacionalidad y la organización del Estado Oriental del Uruguay se acompañaron de la creación de una simbología y de una iconografía alusiva y exaltadora de carácter republicano, utilizadas en las ceremonias públicas, desfiles, decoraciones de edificios gubernamentales y de espacios públicos. Asimismo, se proyectaron en la ciudadanía y en los inmigrantes que llegaban a poblar el país a través de distintos canales de difusión (hojas escolares, libros de texto, billetes, monedas y medallas) en incremento constante a lo largo del siglo XIX. Paralelamente a esta circulación y exposición eminentemente públicas, a las ceremonias conmemorativas y de veneración de los símbolos nacionales con una marcada expresión emocional y reverencial hacia la nación encontramos una dimensión privada, que se introdujo en los ámbitos domésticos y en las pequeñas ceremonias de sociabilidad cotidiana. Allí, esta iconografía se hizo visible en el mobiliario, en la vajilla, en las piezas de decoración, en la vestimenta y sus complementos. De esa forma, incluso en sus relaciones interpersonales de carácter privado, estos símbolos, inscriptos en objetos de uso diario destacaban los sentimientos de sus propietarios hacia la nacionalidad. Las condiciones comerciales, técnicas y productivas imperantes en el país generaron diversas estrategias para la producción de estos objetos, recurriéndose tanto a establecimientos nacionales como del extranjero.

El Museo Histórico Nacional exhibe en una de sus sedes, el Museo Romántico, una serie de piezas de porcelana del siglo XIX, todas ellas sin marca de fábrica, partes de servicios de mesa decorados con símbolos nacionales, especialmente con el escudo nacional. A veces aparecen acompañados por guirnaldas de laurel (triunfo) y roble (fortaleza), otras veces por alegorías, como Victorias aladas. Estas porcelanas, de líneas elegantes y paredes translúcidas permitían, en el marco de recepciones y banquetes, incluso en las comidas diarias, celebrar el nacimiento de la República.

Texto realizado por el Lic. Ernesto Beretta García