Los bienes pertenecientes a figuras destacadas aportan siempre una enorme cantidad de información y conocimiento acerca de ellas; nos hablan también del tiempo que les tocó vivir, con su contexto cultural y social. Los objetos se tornan en verdaderos testimonios cuando además establecen una empatía especial con el público que visita la exposición, dando espacio a un complejo hilo que conduce hacia diferentes destinos del interés y el conocimiento.

Los objetos expuestos buscan esa empatía del visitante con la obra, la época o la sociedad en que Rodó desarrolló su pensamiento, a través de diferentes textos. Muchos de esos objetos nos conectan con el entorno en que vivió –muebles, bienes personales, fotografías, notas, cuadros–  pero también con el mundo latinoamericano en el que se proyectó –cartas, diplomas, libros– como actor protagónico del siglo XX, en nuestro continente.