Tras un largo y complejo proceso político, la Provincia Oriental devino en estado independiente. Las ratificaciones de la Convención Preliminar de Paz fueron intercambiadas en Montevideo el día 4 de octubre de 1828. El nuevo estado debió crear los símbolos que lo identificarían en el concierto de las naciones, como antes habían existido diversas propuestas de escudos y emblemas para identificar a la antigua Provincia.
La Asamblea Constituyente y Legislativa designó una comisión encargada de diseñar el nuevo escudo de armas de la república, cuyo proyecto fue aprobado por la Asamblea el 14 de marzo de 1829:
El escudo de armas del Estado será un óvalo coronado con un sol y cuarteado: con una balanza por símbolo de la Igualdad y la Justicia, colocada sobre esmalte azul, en el cuadro superior de la derecha: en el de la izquierda el Cerro de Montevideo como símbolo de Fuerza, en campo de plata; en el cuadro inferior de la derecha, un caballo suelto, como símbolo de la Libertad, en campo de plata; y, en el de la izquierda, sobre esmalte azul, un Buey, como símbolo de la abundancia. Adornado el Escudo con Trofeos Miliares, de Marina y símbolos del comercio. (1)
El escudo nacional se caracterizaba por elementos claramente identificables por la sociedad de la época, los cuales se relacionaban con aquellas actividades que hacían posible la existencia misma del país. El buey y el caballo, animales característicos de la producción ganadera, mientras que las velas de barco y los fardos de mercancías, así como el caduceo de Mercurio, dios de la mitología clásica, identificado con el comercio y las comunicaciones dado su rol de mensajero de los dioses, aludían a la actividad portuaria, que hacía posible el movimiento de exportación e importación, y a través de él de los recursos económicos de país. También el Cerro, con su fortaleza, fue un elemento referencial para los viajeros al permitirles identificar su llegada al Uruguay a través del puerto. A estos símbolos se sumaron otros de carácter universal, como el sol y la balanza. Los trofeos militares artísticamente dispuestos, denominados panoplias, aludían al proceso mismo de la independencia, a las largas luchas que desde el cuestionamiento del dominio español signaron este territorio hasta alcanzar su libertad.
A comienzos del siglo XX el diseño del escudo sería simplificado, quedando únicamente orlado por dos ramas de olivo y de laurel, unidas en la base por un lazo, a la vez que se eliminaban los trofeos militares y de marina.
Para conmemorar el 25 de agosto, el Museo Histórico Nacional presenta dos piezas de su acervo, en las que luce el primer escudo de nuestro país.
El escudo pintado por Arthur Onslow
Este gran escudo pintado sobre tela por Arthur Onslow se ajusta a las características aprobadas por la Asamblea. Data de los primeros años de la década de 1830, cuando el pintor, miniaturista y litógrafo, funcionario del Consulado francés en Buenos Aires, se trasladó a Montevideo. Aquí se dedicó a la enseñanza particular de dibujo y pintura, trabajando además para el Colegio Oriental de Niñas. Es una de las escasas obras de este autor que posee el Museo Histórico Nacional.
Freno de hierro con pontezuela de plata cincelada de la colección Roberto J. Bouton
Con frecuencia desde el último cuarto del siglo XIX el escudo nacional aparece grabado en diferentes piezas vinculadas a la equitación o la vida rural. Arreadores, pecheras, rastras, frenos, espuelas entre otras piezas tuvieron al escudo como motivo de decoración. En muchos casos al cincelado del símbolo nacional se le incorporaban elementos que identificaban a su propietario como sus iniciales o la marca del establecimiento rural. También los mates de calabaza, plata o porcelana incorporaron diversos símbolos patrios como el escudo, las banderas o el dibujo del texto de la constitución.
En este caso compartimos con ustedes una de las piezas de la colección de Roberto J. Bouton, cuya exposición también se abrirá próximamente. Se trata de un freno de hierro con pontezuela de plata cincelada con el escudo nacional, motivos vegetales y los caballos marinos que tiran el carro de Poseidón. En el anverso se lee la inscripción: "J.M.MAILHOS/ 25 de Mayo/ MONTEVIDEO/ GARANTIDO". En el inventario original Bouton anotó: "Freno con pontezuela que tiene labrado en ella el Escudo Nacional de la época del General Máximo Santos. Donado por el Agrimensor don Romeo Ferreiro".
Nota:
(1) Barrios Pintos, Aníbal, A 150 años de la creación del escudo de armas del Estado, en Almanaque del Banco de Seguros del Estado, 1979, Montevideo, p. 52.