La rica producción de Besnes e Irigoyen que conserva el Museo Histórico Nacional nos convoca nuevamente con el fin de continuar difundiendo el acervo que se incorporará a la exposición sobre este artista, que el museo abrirá en el segundo semestre de este año 2016. En esta oportunidad presentamos una pequeña acuarela titulada, a partir del texto de puño y letra de Besnes, escrito en el borde inferior de la hoja, Naufragio del Vapor "Gorgon". En realidad, el "Gorgon" no naufragó, fue empujado hacia la costa próxima a Montevideo, donde encalló, quedando varado en la orilla durante varios meses. De allí que modifiquemos el título tradicional, trocándolo por Encallamiento del vapor "Gorgon".
Besnes incursiona aquí en su vertiente de documentalista, al registrar un acontecimiento del que fue testigo presencial. Esta acuarela, como otras referidas a sucesos de actualidad, plausibles de ser vertidas a litografía o a otros medios de estampación para difusión masiva, nos permite considerarlo un precursor de los reporteros gráficos en nuestro país. De hecho, a mediados del siglo XIX la prensa europea y estadounidense comenzó a incorporar en forma regular ilustraciones sobre los artículos publicados, lo que podemos ejemplificar con los casos de Illustrated London News en Inglaterra, L´Illustration, en Francia, o The Sun, en los Estados Unidos. Estos medios de prensa contrataban artistas que viajaban al lugar de los hechos para registrarlos con sus lápices y pinceles. En Uruguay, distintas estampas realizadas por Besnes y por su hijo adoptivo, Ramón Irigoyen, sobre acontecimientos de actualidad, o algunas litografías de El Telégrafo de la Línea. Semanario de guerra y del ejército (1844-1845), estampadas por Besnes y por el italiano Erminio Bettinotti, señalan la incorporación de nuestro país a esta corriente de la prensa internacional.
La interpretación de esta imagen requiere de la documentación escrita, mostrándonos la doble dimensión imagen / texto que comenzó a imperar en la difusión de las noticias en el siglo XIX. No nos consta que Besnes vertiera esta acuarela a litografía, como sí hizo con sus representaciones de otros episodios, sobre los cuales contamos también con información escrita. Este apunte formó parte del amplio archivo de imágenes de Besnes, que podría haber estampado en cualquier momento.
El episodio del "Gorgon" llamó la atención de la sociedad montevideana, en momentos de alta tensión político-militar, a poco más de un año del inicio del cerco de la ciudad por las tropas de Manuel Oribe. Contamos con dos importantes documentos escritos sobre él: el primero se titula El Gorgon, vapor de S. M. B. capitán Hotham, salvado de la playa de Montevideo, donde baró [sic] el 10 de mayo de 1844 por la pericia y constancia De su Comandante, Oficiales, guarnición y equipage. Montevideo, Imprenta de la Caridad, 1845. En este pequeño folleto se transcribe un artículo aparecido previamente en el número 1811 del diario montevideano El Nacional. El segundo, documento publicado en Inglaterra, es A narrative of the recovery of H. M. S. Gorgon, (Charles Hotham, Esq., Capitan.) Standed in the bay of Monte Video, MAY 10th, 1844 by [Sir] Astley Cooper Key, Comander, R. N., (Late Lieut, of H. M. S. Gorgon.) London: Smith, Elder and Co., 65, Cornhill, 1847.
El barco encallado
El "Gorgon" era un buque a vapor de dos ruedas, de bandera inglesa, con un peso de 1700 toneladas. Sus calderas y la cantidad de agua que requerían para funcionar alcanzaban un peso de 300 toneladas. Encalló en la playa próxima a la desembocadura del arroyo Miguelete debido a un fuerte temporal, que implicó, de acuerdo a los testimonios registrados, el ingreso en la bahía de Montevideo de un inmenso volumen de agua. Permaneció varado durante unos 5 meses, en territorio que era entonces dominado por los sitiadores, algo alejado de los límites de la ciudad. Besnes, testigo privilegiado, escribió al pie de la lámina con lápiz, “10 de Mayo 1844. Gorgon a las 8 de la mañana”, y debajo, con tinta, “10 de Mayo de 1844-Naufragio del Vapor Gorgon a las 8 de la mañana/vista de la esquina de Labastie".
En la acuarela vemos en primer plano un grupo de seis marineros y un oficial, todos uniformados, obervando el temporal, el aumento del nivel del agua en la bahía, y a los navíos agrupados, balanceandose peligrosamente. En un claro, en el centro de la escena, hacia la derecha, y señalado por uno de los marineros, el "Gorgon" lucha en vano contra el empuje del oleaje, que lo dirige en forma inexorable hacia la costa.
Se consideró entonces que, pese a su magnificencia, el vapor presentaba problemas en su construcción, los que influyeron en la imposibilidad de sortear el temporal, porque
era punto decidido por hábiles ingenieros y marinos, que el poder de sus máquinas no está en proporción con la mole á que deben dar impulso; y según hemos oído al propio capitán Hotham, necesitarían un aumento de fuerza de 150 caballos, á más de los 320 que hoy representan, para corresponder debidamente á su objeto. (1)
Asimismo, el tamaño de sus ruedas era demasiado grande, lo que ocasionaba gran pérdida de energía, pues la empleaban en empujar hacia atrás la masa de agua. La caja que las contenía, proporcionadas a las ruedas, eran también un freno para el navío frente a la acción del viento.
Pasado el temporal, "cuando las aguas se retiraron, el "Gorgon" quedó tan en seco que en grandes crecientes posteriores, apenas había 8 pulgadas (20 cm) de agua hacia la proa. El lecho en que se hallaba era arena, en la que estaba encallado á la profundidad de trece pies de un costado, y nueve de otro; lo que muestra que quedó ligeramente inclinado." (2)
El capitán Hotham estaba decidido a recuperar el barco y resolvió abrir un canal en la arena para poder transportarlo hasta el agua nuevamente. Para evitar que la arena empujada por las olas cegara el canal, se interpuso una barrera de botes de hierro que formaban parte de la Draga, prestados por sus dueños. En vista de las dificultades que presentó el procedimiento, el capitán desarmó las dos ruedas, y enganchó a los ejes las cadenas de cuatro grandes anclas, las que fueron fondeadas en la bahía. Pensó que, encendiendo las calderas, los ejes al girar y enrollar las cadenas, harían que las anclas generaran un efecto de tracción y arrastraran el barco hacia el agua. Al presentarse también difícil esta operación, optó por levantar un poco el casco, atando a él "camellos" (3). Este conjunto de medidas permitió volver el vapor al estuario en perfecto estado de funcionamiento.
Una vez culminados los trabajos de rescate, algunos asombrados residentes de la ciudad sitiada enviaron al Capitán Hotham una carta de reconocimiento; entre los firmantes se encuentra Besnes, nuestro dibujante.
En su respuesta, Hotham les dice lo siguiente:
Mi familia sentirá orgullo cuando sepa la noticia; la carta de Uds, quedará como una herencia vinculada, y será una prueba de que los sinceros deseos, unidos a la perseverancia, hallarán siempre su recompensa. (4)
Dados sus conocimientos de caligrafía, podría haber sido Besnes el redactor de esta carta colectiva.
El capitán Charles Hotham (Reino Unido, 1806- Melbourne, 1855), había ingresado en la Marina Británica en 1818, apenas llegando a la adolescencia, y obtuvo un importante reconocimiento por su rescate del "Gorgon". Posteriormente, por su foja de servicio, fue designado Gobernador de Victoria, Australia, donde falleció a causa del debilitamiento de su salud.
Esta acuarela nos permite, además, percibir la importancia que tenía Montevideo, su puerto y la región platense para las potencias europeas, tanto a nivel geopolítico y militar como comercial. Por esta razón atrajo a personalidades destacadas de aquellas naciones, que residieron aquí por temporadas más o menos largas. Una fuerte tormenta, a las que estamos acostumbrados por estas latitudes, parece haber retenido a Hotham aquí más tiempo del que tenía previsto.
Texto preparado por Ernesto Beretta García.
Taller de investigación, conservación y restauración del Museo Histórico Nacional: Ernesto Beretta, Mirtha Cazet, Adriana Clavelli, Richard Núñez.
(1) El Gorgon, vapor de S. M. B. capitán Hotham, salvado de la playa de Montevideo, donde baró [sic] el 10 de mayo de 1844 por la pericia y constancia De su Comandante, Oficiales, guarnición y equipage., Montevideo, Imprenta de la Caridad, 1845, p. 4.
(2) Ibídem, p. 4.
(3) Se denominaban "camellos" las grandes pipas calafateadas que se llenaban de agua para sumergirlas y atarlas al casco del barco. Finalizada esta operación, se vaciaban con bombas, insuflando aire en su interior, lo que las obligaba a subir, arrastrando con ellas el buque.
(4) El Gorgon... ob. cit., p. 9.