El 18 de mayo se conmemora un nuevo aniversario de la Batalla de Las Piedras y el Museo Histórico Nacional tiene en exposición el óleo realizado por Juan Luis Blanes que recrea este hecho histórico.
La Batalla de Las Piedras - Rendición de Posadas.El pintor realiza una reconstrucción del momento final de la Batalla de Las Piedras. Este combate culminó con la victoria de las fuerzas orientales al mando de José Artigas por sobre las fuerzas realistas comandadas por el Capitán de Fragata José Posadas.
Se trata de un acontecimiento de gran significado simbólico y estratégico para las fuerzas revolucionarias de la Junta, ya que por este triunfo del ejército comandado por Artigas, el gobierno de Buenos Aires logró poner sitio a la ciudad de Montevideo, entonces baluarte español en el Río de la Plata.
Esta obra es ejemplo de una línea de composición histórica característica del siglo XIX, y de larga tradición en Europa, denominada popularmente “pintura de batallas”, acontecimientos históricos por excelencia en el relato de los procesos políticos.
Destacar a las figuras principales mediante retratos ecuestres fue un recurso habitual para establecer la diferencia de estatus en relación al resto de los personajes, habitualmente los soldados o combatientes.
El momento recreado por Juan Luis Blanes es el de la rendición de Posadas, cuando el combate prácticamente ha concluido, continuando al fondo las últimas batidas. En el centro de la obra, el vencido se dispone a entregar su sable al Presbítero Valentín Gómez, en gesto simbólico de la rendición.
Tras la muerte de Juan Luis Blanes, una Comisión integrada por artistas y amigos del pintor, propuso al gobierno la adquisición de la pintura para destinarla al Museo Nacional. Entre los argumentos esgrimidos para sensibilizar a las autoridades, los integrantes de la misma dejaban claro el valor que el arte tenía en la vida de las sociedades: “Los pueblos, como los hombres, no viven sólo vida material, y la civilización y cultura de una nación no se pueden revelar más brillantemente, que con las producciones intelectuales de sus hijos.”
En la obra, que permanece inconclusa, puede apreciarse el dibujo utilizado como base y la progresión de la pintura mediante zonas coloreadas, en las que se daba precisión a los detalles. Esto se hace notoriamente visible en las partes no terminadas, como en el rostro de Posadas y en las manos de Artigas.