Casa de Antonio Montero, sede del Museo Romántico
Luis Mazzey, hacia 1963
Óleo sobre cartón, 92 x 65 cm
MHN 2782
Introducción
Desde que Isidoro de María escribió Tradiciones y recuerdos. Montevideo antiguo1, el interés por los relatos sobre la vida social en el pasado local y los escenarios donde se desarrollaba cobraron fuerza. Josefina Lerena Acevedo continuó esta línea de crónicas en el siglo XX, en un pequeño libro titulado Novecientos2. Ambos autores, en su madurez, rememoraron los tiempos de su infancia y juventud, rescatando del olvido costumbres, acontecimientos, personajes, espacios urbanos y festividades. Podemos entrever cierta nostalgia en su intención, una mirada a un pasado vivido, o conocido por narraciones cercanas, y ya desaparecido, pero gracias a su labor ese pasado se fue incorporando a nuestra memoria colectiva.
En el siglo XX, acompañando ese proceso siempre inacabado de construcción de la identidad nacional, se desarrolló un marcado interés por el legado material de tiempos pasados, el arquitectónico, el arqueológico, el artístico y el histórico, complemento y escenario de lo narrado por distintos autores. En esta línea de trabajo podemos citar varios estudios sobre edificios coloniales, como El Cabildo de Montevideo, de Carlos Pérez Montero3, o sobre la evolución de la arquitectura colonial y nacional en La arquitectura en el Uruguay, de Juan Giuria4, apenas algunos títulos clásicos en una larga serie que llega hasta la actualidad. Esta preocupación implicó también actividades de reconstrucción y recuperación patrimonial, llevadas a cabo por Horacio Arredondo (fortaleza de Santa Teresa y fuerte San Miguel), Rafael Ruano (catedral de Montevideo) y Juan Pivel Devoto (diversas casas para el complejo museográfico Museo Histórico Nacional: Casa de Rivera, Casa de Lavalleja, Casa de Montero, Casa de Giró, Casa de Ximénez). Todos ellos prestaron atención a estos testimonios edilicios del pasado colonial y republicano, contribuyendo a la definición patrimonial, buscando devolver el antiguo esplendor a construcciones ruinosas o alteradas por el uso continuado a lo largo del tiempo. En líneas generales estas casonas transitaron por tres etapas, de construcciones nuevas para habitar a edificaciones viejas pasadas de moda cuya demolición no importaba demasiado, para ingresar finalmente a ser consideradas reliquias escasas de nuestro pasado, que debían ser protegidas. Se llevó adelante una popularización de su valor, por ejemplo a través de diversos artículos en la prensa, como los publicados por el suplemento dominical del diario El Día, publicaciones ilustradas como Montevideo. 150 apuntes del natural, de Pierre Fossey.
Las casas del Museo Histórico Nacional vistas por los artistas
La mirada de los pintores hacia las edificaciones y piezas históricas se relaciona con este interés por documentar y recrear el pasado, en este caso a través de imágenes. Este proceso tuvo presentes las investigaciones sobre historia de la arquitectura, los relatos costumbristas y la iconografía antigua, ya que dichas dimensiones aparecen reflejadas en las pinturas y acuarelas, además de la observación directa del motivo. En algunos casos, el Museo Histórico contrató artistas para la realización de obras concretas, con la finalidad de hacerse de vertientes iconográficas de las que carecía, o interesado en incorporar obras de firma a su acervo. En otros casos fueron los artistas quienes ofrecieron obras al museo como contribución personal. Entre las pintoras que abordaron aspectos documentales destacan Leonie Matthis (1883-1952) con “Vista de Montevideo a fines del siglo XVIII”5 y Renée Geille Castro (1882-1959), con sus pinturas sobre Colonia del Sacramento6. Entre los pintores, Guillermo Rodríguez (1889-1959) pintó “Torre del vigía” y “Marco de límites existente en la plaza de Maldonado”7.
Algunos, como Luis Mazzey (1895-1983), Carlos Menck Freire (1928-2021), el francés Pierre Fossey (1901-1976) y el entrerriano Marcos Fainstein (1905-1956) abordaron en sus obras las casas pertenecientes al Museo Histórico Nacional. Una estrategia recurrente fue situar la edificación en el contexto de la vida urbana de los siglos XVIII y XIX, incorporando a la edificación, actividades cotidianas y tipos humanos. Oficios, medios de transporte, vestimentas de época, todo contribuía en la transmisión de la verosimilitud en una óptica artística-documental. En la pintura de Luis Mazzey “Casa de Antonio Montero, sede del Museo Romántico” que encabeza esta publicación, el artista sumó a una cuidada representación de la fachada edificios colindantes, pero también la animación de la vida cotidiana, en el carruaje que circula por la calle y en la vendedora de pasteles con su perro. Para estos detalles, los pintores contaban con referencias en la iconografía del pasado, en litografías y dibujos del siglo XIX que les servían de inspiración.
Detalle de la pintura de Mazzey “Casa de Antonio Montero…” y “Vendedora de pasteles”, litografía número 6 de la serie “Trajes y costumbres de la provincia de Buenos Aires”, de Gregorio Ibarra, 1839.
Este recurso fue aplicado reiteradamente también por Carlos Menck Freire. En dos acrílicos sobre tela, donados al museo recientemente, una reconstrucción minuciosa y rica cromáticamente, incorpora las figuras de varias damas con los atuendos característicos de los sectores encumbrados de la primera mitad del siglo XIX. Es notorio el interés del artista por reproducir los ángulos más sugestivos de las casas, los patios enlosados, la frondosa vegetación de un patio y las herrerías de trabajadas formas.
Izquierda: Casa de Lavalleja. Carlos Menck Freire, Acrílico sobre tela, 54,2 x 45,2 cm. MHN 4144
Derecha: Casa de Ximénez-Año 1820. Carlos Menck Freire, 1994. Acrílico sobre tela, 46 x 38 cm. MHN 4144
Estas reconstrucciones, observadas atentamente, son en extremo minuciosas, demostrando el interés por alcanzar una fidelidad que incluso se había perdido en algunos detalles durante las tareas de restauración de los edificios. La pintura de Menck Freire “Casa de Ximénez-Año 1820”, es un ejemplo de estas indagaciones. Antes de pasar a integrar las sedes del museo, la casona había sido convertida en conventillo. Su fachada y patios interiores mostraban entonces ese aspecto alegre y popular, con esteras de enrollar en puertas y ventanas para proteger los interiores del sol, jaulas con pájaros, macetas con plantas y palanganas para lavar la ropa. En el suplemento dominical de El Día se publicó un artículo titulado “Piedras venerables”8. Las fotografías que ilustran este artículo señalan interesantes detalles contrastantes con el aspecto que le otorgó la restauración posterior. La puerta de la sala conocida como “oratorio”, a la que se accede por una serie de grandes escalones semicirculares, presenta hoy dos hojas decoradas con “cuarterones”, es decir, formas rectangulares con salientes de madera maciza y un marco liso, solo resaltado por una chambrana recta, sin decoraciones. Las fotografías antiguas muestran una puerta de dos hojas, pero acristalada, que es la que vemos en la pintura de Menck Freire. Más allá de los criterios seguidos por la restauración, es claro que el pintor se remitió a la iconografía anterior a la restauración efectuada.
Fotografía antigua del acceso al oratorio en Casa de Ximénez (1952), imagen posterior a la restauración de la casa y detalle de la pintura de Menck Freire (1994)
En algunas oportunidades los pintores abordaban series en las que incluían varias edificaciones históricas. Marcos Fainstein reprodujo con la técnica de la acuarela las fachadas de la casa de Lavalleja y de Casa de Ximénez y Mazzey representó la Casa de Ximénez9, junto a otras edificaciones históricas no pertenecientes al museo10.
Reja de la Casa de Ximénez
Marcos Fainstein, 1949
Témpera sobre papel, 27 x 22 cm.
MHN 2262
En la década de 1960 integrantes del “Club de grabado” también abordaron las vistas urbanas y la arquitectura histórica, pero no solo desde una perspectiva documental, sino creativa. En la serie de 1967 Gloria Carrerou grabó “Una vieja calle de Montevideo” y dos años más tarde, Lila González Lagrotta realizó la xilografía titulada “Esquina histórica”, centrada en la sede del museo “Casa de Rivera”. En esta oportunidad la artista, manteniéndose fiel a la arquitectura, lo que nos permite reconocer la edificación, con su balcón en esquina, la secciona, haciendo visible en la estampa el mirador, colocado al fondo a la izquierda, que de otra manera no sería visible, dado el espacio que ocupan las dos plantas de la casa de la esquina de Rincón y Misiones en la lámina.
Izquierda: Lila González Lagrotta “Esquina histórica”. Xilografía. Club de Grabado de Montevideo. Nº 190, diciembre de 1969
Derecha: Casa de Rivera. Fotografía tomada de Revista Histórica, XV, Nºs 43-45, 1944. Lámina XXII
Sumó allí varios elementos, algunos testimoniales, como el cañón plantado en la esquina para atar los caballos, y un gran farol, registrado por la iconografía antigua, y también eliminado posteriormente. Es decir, al igual que en la pintura de Menck Freire sobre Casa de Ximénez, se registra un instante en la evolución de la edificación, que tanto podía corresponder al momento en que el artista la tomaba como motivo, como a etapas anteriores. Es en ese sentido que estas obras se presentan como un espacio de conjunción entre lo testimonial y la libertad artística, pero en el cual, lo documental se impone.
Texto Lic. Ernesto Beretta García
1 Isidoro de María, Tradiciones y recuerdos. Montevideo antiguo, Montevideo, El Siglo Ilustrado, 1888 (segunda edición revisada y aumentada).
2 Josefina Lerena Acevedo, Novecientos, Montevideo, Ediciones Río de la Plata, 1967.
3 Carlos Pérez Montero, El Cabildo de Montevideo, el arquitecto, el terreno, el edificio, Montevideo, Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay, 1950.
4 Juan Giuria, La arquitectura en el Uruguay, tomo I, Época colonial, tomo II, Montevideo de 1830 a 1900, Montevideo, Imprenta Universal, 1958.
5 MHN carpeta 1952 “Vista de Montevideo a fines del siglo XVIII, acuarela por Leonie Matthis.”
6 MHN carpeta 1813 “Doce óleos que reproducen diversas calles y edificios de la Colonia: Foro y Murallón del C. J. Francisco, Iglesia Colonial, Edificio que ocupó la primera botica de la Colonia del Sacramento, casa del General Mitre. Pinturas de que es autor la Sra. Reneé Geille Castro de Sayagués Laso."
7 MHN carpeta 1395 “La torre del vigía de Maldonado, óleo de Guillermo Rodríguez.”, y MHN carpeta 1396 “Marco de límites existente en la plaza de Maldonado, óleo de Guillermo Rodríguez.”
8 F. Ferrandiz Alborz, “Piedras venerables”, en suplemento dominical de El Día, enero 27 de 1952.
9 MHN carpeta 2240 “Fachada de la casa de Lavalleja y fachada de la casa de Ximénez. Acuarelas firmadas por Marcos Fainstein.”
10 MHN carpeta 3250 “Cinco óleos originales del pintor Luis Mazzey, referidos a Montevideo antiguo. 1-Plaza Matriz, 2-Casa del Virrey, 3-Casa de los Ximénez, 4-Casa del Gral. Oribe, 5-Zona Sur. El Bajo.