A partir de abril de 2019, sumamos un nuevo día de atención al público en la Biblioteca. Desde el lunes 1º, los esperamos lunes, miércoles y viernes de 9:30 a 12:30hs; también seguimos recibiendo sus consultas y solicitudes al correo electrónico bibliotecagiro@mhn.gub.uy

La Biblioteca Americanista es la principal colección bibliográfica del Museo Histórico Nacional. Está ubicada en la Casa de Giró desde 1985, momento en el cual se trasladaron varias de las colecciones que se encontraban diseminadas en distintas Casas. Fue inaugurada junto con el Museo de la Cultura (nombre que se le dio a la Casa de Giró en ese entonces), el 6 de octubre de 1988, cerrando sus puertas desde 2011 hasta julio de 2018, cuando reabrió tanto la Casa como la Biblioteca.

Su acervo es de aproximadamente 55.000 libros e incluye dos categorías de materiales.

En primer lugar se encuentran los libros que integran la propia colección del Museo, adquiridos con el objetivo de formar una colección especializada al servicio de los investigadores, tanto internos como externos.

La otra parte del acervo está compuesta por adquisiciones de colecciones privadas que pertenecieron a intelectuales, políticos y figuras destacadas de nuestro país, como Abadie Santos, Andrés Martínez Trueba, Diego Lamas, Elzeario Boix, Hugo Barbagelata, José Pedro Segundo y José Enrique Rodó, entre otros. La mayoría de estas colecciones fueron donadas, pero también hay algunas que han sido compradas por el Museo. Además en muchos casos las bibliotecas ingresaron acompañadas de mobiliario y otros objetos vinculados a su creador. 

Es destacable la dualidad característica de los libros conservados, ya que son simultáneamente materiales bibliográficos y objetos museísticos.

Dentro de estas colecciones privadas existen dos casos particulares, los de José Batlle y Ordoñez y Luis Alberto de Herrera, cuyas colecciones bibliográficas son gestionadas por la Biblioteca Americanista, pero físicamente se encuentran en las correspondientes Casas del Museo.



En en el conjunto se destacan en las colecciones pertenecientes a:

José Enrique Rodó: en Casa de Giró se encuentran los 1.100 ejemplares de la biblioteca personal del reconocido escritor que está en poder del Museo Histórico Nacional. Ésta es solo una parte de su colección personal, ya que una parte se encuentra en la Biblioteca Nacional.

Arquitecto Elzeario Boix: integrada por más de 7.000 volúmenes, es de las más importantes en cuanto a su tamaño, su temática abarca libros de arquitectura, arte y literatura; donde se destacan algunas ediciones del siglo XVI. Ésta colección incluye muchos de los muebles-biblioteca que contenían los documentos originalmente.

José Batlle y Ordóñez: en la Casa Quinta ubicada en Piedras Blancas se encuentran dos colecciones de libros, una corresponde al ex mandatario y la otra a su esposa e hija (Matilde Pacheco y Ana Amalia Batlle Pacheco).


Proyecto de reorganización de la Biblioteca

En el año 2012, durante la gestión al frente del Museo de Ariadna Islas, se creyó que era importante reorganizar la Biblioteca Americanista a fin de poder abrirla al público nuevamente. Especialmente se buscaba cambiar la forma en la que estaban ingresando y registrando las colecciones bibliográficas del Museo. Para ello se pretendía tener en cuenta criterios técnicos, más especializados para este tipos de colecciones.

Con este objetivo, y frente a la falta de personal profesional del Museo para esta tarea, se contrató a tres Licenciados en Bibliotecología. Este equipo planteó un proyecto para reorganizar la Biblioteca y diseñar e implementar una base de datos en línea. Esta reorganización implicaba modificar la ubicación de gran parte de los libros, reuniendo cada una de las Colecciones físicamente y ordenándolas temáticamente; además de registrarlas en el software integrado de bibliotecas PMB aplicando criterios normalizados de catalogación, indización y clasificación, obteniendo así una base de datos de calidad.

Se decidió utilizar el software PMB, que es un Sistema Integrado de Gestión de Bibliotecas por, entre otros motivos, su condición de software libre y su adaptabilidad a las necesidades del MHN.

Dentro del marco del proyecto se realizó un relevamiento completo de las estanterías a fin de poder identificar las colecciones, así como conocer con exactitud la cantidad de volúmenes a procesar y su ubicación.

Paralelamente se redactó un Manual de procedimiento para el ingreso de materiales al PMB, que intenta uniformizar criterios de entrada de datos al sistema, así como registrar las decisiones que se fueron tomando en base a casos particulares. Este manual es de gran importancia ya que permite, sin importar quién esté trabajando en la Biblioteca, que se pueda continuar el proceso con los mismos criterios.

También se eligió un sistema, no tradicional, de identificación de los ejemplares, por tratarse de libros que son a la vez objetos museísticos. Las etiquetas adhesivas con la signatura (datos de localización del libro) se pegan sobre cartón libre de ácido y se colocan en el libro con hilo de algodón.

Por otra parte se detectó un alto grado de deterioro en algunos ejemplares, pero debido a que no es posible realizar tareas de restauración, se intenta mejorar su limpieza y conservación. En los casos más graves se han realizado contenedores en papel canson (libre de ácido).

El ambicioso proyecto inicial tuvo modificaciones en los últimos años. Durante 2014 y 2015 dos de los Licenciados en Bibliotecología dejaron de trabajar en la Biblioteca, lo cual retrasó su ejecución. Además hubo que desechar la posibilidad de reunir las colecciones físicamente, ya que el espacio disponible y el tipo de estanterías (bibliotecas particulares hechas a la medida de los libros, con estantes fijos) no lo permiten.


A fines de 2017 comenzó a trabajar otra Licenciada en Bibliotecología, que se ha integrado para fortalecer el equipo y sumar su esfuerzo a fin de poder continuar con las tareas que se estaban realizando. Además, gracias a esta incorporación, así como las tareas que se realizan de recuperación edilicia, se pudo concretar la apertura en julio de 2018.


Sala de lectura para los investigadores. Foto: Matías Bernaola / MHN 



 

Viernes 29 de Marzo de 2019
Ministerio de Educación y Cultura